Una tasación sirve no solo para darle un “precio” al inmueble, sino que constituye un instrumento de negociación para saber cuanto es el precio máximo y mínimo al que se puede ofertar una propiedad. De esta manera, se protege al propietario de compradores potenciales que intentan convencerlos de que su inmueble vale menos del precio que piden.
El mercado inmobiliario es un mercado de regateo en el cual los precios finales difieren del precio original, al entrar en juego la oferta y la demanda. Debido a esto es fundamental conocer el precio mínimo a aceptar por una propiedad.
De esta manera los propietarios se sienten tranquilos y seguros de realizar una operación de compra-venta a un precio razonable y a la vez estar conscientes que no están regalando su inmueble.